martes, 12 de agosto de 2008

Adrián Tenembaum: insuflando vida a los objetos olvidados

"Eltallerdeadro.com.ar" es el sitio en el cual el versatil artista expone sus obras. "El arte es una necesidad que no puedo negar más", dice en esta entrevista. Los invito a conocerlo.

Por Uriel Bederman

Adrián Tenembaum es artista desde que tengo memoria. La primera vez que entré su casa, una construcción baja en una de esas pocas calles de barrio que aún resisten en la gigante Buenos Aires, pude conocer algunos de sus dibujos que tenían una marca particular un sector de la obra que sólo él conocía: un escarbadientes hundido bajo la pintura delataba, en secreto, su mano.
Además de los escondidos mondadientes, otra marca lo distingue: Adrián hace arte con lo que haya en el camino. Un pez sonriente y lumínico fue, en algún momento, recipiente para pizzas; el hierro, antes oxidado, ahora medita en la obra “introspección”.
Ningún pudor lo detiene cuando en medio de las calles de la ciudad se topa con algún objeto que alguien ha desechado. Él advierte, en ese olvido, una eventual creación.
Tenés una cierta fascinación por las cosas que están tiradas en las calles.Cierto. Me gustan las cosas en sí mismas, me atraen. Cómo usarlo o cómo mostrarlo viene después, hay cosas que tienen que madurar hasta que llega la idea o la necesidad de volver a encintarme con ese objeto. Mientras tanto van a mi depósito o se mueven en mi cabeza.
Una vez que aquello toma la forma de la obra, ¿está presente en tu mirada aquel primer objeto abandonado?
Recuerdo, por ejemplo, el molde de pizza oxidado que me regaló mi novia, pero como una anécdota. Eso pasó a ser otra cosa, y esa otra cosa ya tiene vida propia lejos de mí. No solo el objeto en sí mismo, la misma obra de arte también pasa a ser una anécdota.
¿Qué función cumple lo artístico en tu vida?
Descubrí que es mi misión. Luego de darme la cabeza contra la pared en reiterados muros, de estudios facultativos no correspondidos, trabajos mecánicos generando angustias capitalistas, relacionándome con gente que tiene inquietudes muy distintas a las mías. El arte es una necesidad que no puedo negar más. Espero poder seguirla y lucharla.
La revelación me pareció extraordinaria. Hablamos de música. “La música es algo así como mi copiloto, me ceba mates, me acompaña. Además me enseña. A veces escucho música clásica mientras trabajo en una obra y recuerdo a mi abuelo, el Zeide Naum, que ponía un cassette de Vivaldi y yo con un espagueti jugaba a ser el director de la orquesta”. Entonces volvimos a los objetos:
Invirtiendo la escena, ¿advertís que los objetos sienten algo hacia vos?
Son objetos, y digamos que son para mi regocijo. Creo que ellos ni se enteran de esto. Pienso que yo les doy el chispazo para que empiecen a tener vida conmigo.


Es así que, pasando la cocina –y si se cuenta con la fortuna que Adrián nos invite a conocer su mundillo- el taller despliega una serie infinita de objetos que tienen la mueca agradecida de quien se sabe rescatado. Pronto serán, bajo su hechura, tanto más que aquel trozo de lata que un pobre tipo lanzó al olvido, en un cordón de una vereda cualquiera, sin saber que pronto él pasaría por allí, miraría lento a sus costados y lo cargaría hasta aquel mundo en el cual los objetos inanimados comienzan a latir.
“Buscar todo el tiempo, que el cansancio por ganar dinero no les quite ese espacio de búsqueda, reflexión y expresión. Pienso que en todos los casos es conocerse a uno mismo, conocer a la gente y todo lo que pasa en este mundo. Qué es la naturaleza, qué es el amor, ¿no?”, dice y luego sonríe.


Conocé su sitio. http://www.eltallerdeadro.com.ar/

lunes, 4 de agosto de 2008

"Raíces y Arboles" | "Trees and Roots" 2008






Raíces y Arboles de resina. 2008. Trees and Roots resin. 2008.

Actualmente exhibidos en DOGMA, Bs. As. Design, Recoleta. Argentina. Displayed in DOGMA, Bs. As. Design, Recoleta. Argentina.